Si te gustan los niños y estás buscando tu vocación, puede que ser monitor de tiempo libre sea una buena opción para ti. Por lo general, cuando se trata de trabajos en campamentos y granjas escolares se suele requerir de la aprobación de este curso, y solo hace falta ser mayor de 17 años y tener la formación minima de «graduado en ESO». Simples requisitos, buena salida laboral y un enorme empuje para que finalmente encuentres tu lugar en el mundo laboral.

¿Qué cualidades debería poseer un buen monitor de tiempo libre?

Si estás pensando en volverte un monitor de tiempo libre, es fundamental que revises las siguientes cualidades y observes si realmente eres apto para desempeñarte en este papel.

Bueno con los niños. Para ser monitor de tiempo libre es fundamental que te gusten los niños, que te lleves bien con ellos y que estés dispuesto a trabajar junto a ellos y a pasar un buen rato. En definitiva, el trabajo entero gira en torno a ellos y si no te sientes a gusto en su compañia, puede que no sea lo que estás buscando. Un monitor de tiempo libre debe ser responsable, empático, y tratarlos siempre con respeto.

Educador nato. Un monitor de tiempo libre pasa mucho tiempo con los niños, monitoreando sus actividades, jugando con ellos y acompañandolos en lo que hagan mientras estén a su cargo. Si bien su tarea principal no es la de educar, debe estar dispuesto a acompañar constantemente al niño en sus procesos, a ser comprensivo con el y a ayudarlo en lo que sea posible.

Creatividad. Un monitor de tiempo libre pasará una gran parte de su tiempo laboral jugando con los niños y acompañandolos en sus horas de ocio. Es por eso que debe ser creativo, poder imaginar junto a ellos, inventar juegos, incentivarlos a hacer cosas nuevas, entre otras cosas. Si bien no es algo excluyente, te ayudará mucho si decides que esto es lo tuyo.

Seguridad. Es fundamental que un monitor de tiempo libre transmita seguridad a los niños que tiene bajo su tutela. Por eso la responsabilidad en el trabajo y el respeto son extremadamente importantes. Nunca se debe olvidar que se está trabajando con pequeños u adolescentes, y necesitan mayor atención y cuidado que la gente adulta.

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