¿Cómo debe ser la educación que impartimos? Queremos hablarte en esta entrada acerca del Método Montessori y sus diferencias con la educación Tradicional. Te contaremos lo más destacable de cada método, fines y qué hace especial al Método Montessori.

Origen: surgimiento y fines que persigue el Método Montessori y la Educación Tradicional

En primer lugar, debemos recordar que la educación Tradicional persigue que se prepare a un grupo de personas —educadores— quienes deben poseer los conocimientos suficientes para poder impartir a otros. No obstante, este método de origen (sistema) prusiano buscaba asimismo formar ciudadanos obedientes y sumisos ante el sistema.

Ahora bien, a raíz de los retos que traía la guerra, María Montessori ideó otro método con un propósito distinto. Montessori quería educar para la paz, en donde los niños aprendiesen a ser su mejor versión y alcanzar la felicidad.

No obstante, las diferencias entre ambos métodos no solo se identifican en los fines que persiguen con respecto al indicio y la sociedad, sino otros aspectos de importancia de los cuales hablaremos a continuación:

Estructura de enseñanza y aprendizaje: Método Montessori y Educación Tradicional

La educación Tradicional cuenta con una estructura clara y definida en torno al orden programático con el cual se impartirán las clases y desarrollarán las actividades programadas. En otras palabras, el sistema tradicional indica a los profesores qué deben enseñar, cuándo y cómo a toda la clase.

En cambio, el Método Montessori, al pensar en las individualidades y el desarrollo personal de los niños, aboga por la libertad en la enseñanza. Es decir, de acuerdo a los deseos y necesidades de cada estudiante. De hecho, cada niño puede desarrollar distintas actividades a su tiempo.

Estructura de la clase

Continuando lo dicho, ambos métodos educativos se diferencia en cómo debe estructurarse la clase.  Como ya es sabido, la educación Tradicional se basa en un salón protocolar, uniforme, donde los niños utilizan las mismas herramientas y materiales.

Pero, a diferencia del sistema tradicional, el Método Montessori es creativo y personalizado; es decir, cada estudiante cuenta con un ambiente preparado de acuerdo a sus necesidades, incluyendo mesones ajustado a su tamaño y materiales adaptados a sus intereses y capacidades.

Edades y cohortes

Asimismo, en lo que se refiere a la agrupación de estudiantes por edad, cada método varía notablemente.

Siendo algo ya conocido por la mayoría, la educación Tradicional separa los estudiantes por cohorte de edades (ejm: 9 a 11 años). Mientras tanto, el Método Montessori se basa en escoger a agrupar a los niños con estudiantes mayores y menores para facilitar la enseñanza y aprendizaje horizontal. Es decir, los niños cooperan entre sí para aprender nuevas ideas.

Horario de clases

Usualmente en los sistemas educativos Tradicionales se tienen jornadas estudiantiles extremadamente largas de, en promedio, 8 horas diarias. Esto conlleva a que los niños deban pasar más tiempo en distintas lecciones sin importar sus preferencias o competencias para cada lección.

Muy por el contrario, el Método Montessori se basa en reducir al mínimo el número de horas por lección para cada niño. Para ello, los guías analizan las lecciones o áreas de más fácil desenvolvimiento y las comparan con las de más bajo desenvolvimiento.

Así, los niños terminan invirtiendo menos tiempo en las áreas que les resulten más fácil para invertir ese tiempo en las áreas más complicadas para ellos.

El papel del profesor: Método Montessori y Educación Tradicional

Pasando a otro punto muy importante, el papel que el profesor juega en los procesos de enseñanza se diferencia bastante. Pues, cómo el sistema y la sociedad perciben el fin último de la educación incide mucho.

Mientras que en la educación Tradicional el profesor es la figura principal y ejerce un rol activo, en el Método Montessori es más orientativo, actuando como un guía ante las dudas del estudiante. Puesto que, Montessori veía en el propio niño su potencial educativo y autodidacta, evitando así la dependencia y total obediencia a la figura del maestro.

¿Cómo se promueve el aprendizaje?

En ambos sistemas de educativos encontramos importantes diferencias que derivan del entendimiento del deseo natural —o por el contrario, instruido, de los niños— por aprender.

Educación Tradicional

Primero veamos la base del deseo por aprender en la educación Tradicional:

Incentivos – Sistema de recompensas y castigos

El sistema educativo que hemos heredado de los prusianos entiende que el ser humano, y los niños en particular, tienen poca motivación para esforzarse en aprender por su cuenta. Debido a ello, se establece un sistema de recompensas y castigos o acondicionamiento, como por ejemplo:

• Recompensas:
  • Buenas notas que son exaltadas.
  • La aprobación de los maestros.
• Castigos
  • Una mala nota que es motivo de desaprobación.
  • Regaños y llamados de atención por parte de los profesores.

Exámenes y deberes

Como parte del sistema de incentivos, se cuenta con un plan de evaluación el cual se basa en la examinación de los conocimientos (aprendizaje) y responsabilidad del estudiante.

Por ello, se asignan tareas, actividades o exámenes al estudiante finalizado un contenido programático. Al contar con una recompensa o castigo, se cree que se incentiva la memorización de conocimientos.

Pasemos ahora a conocer cómo el Método Montessori entiende y aprovecha de distinta forma el deseo de aprender de los niños.

Método Montessori

Tal como se ha mencionado, Montessori consideraba que el fin de la educación era preparar a los niños para la vida. De la misma manera, Montessori partía de la idea de que los niños tenían una predisposición y curiosidad por aprender más, es decir, amor por aprender.

En tal sentido, el Método Montessori considera como innecesarios los incentivos como recompensas y castigos, así como la existencia de exámenes y deberes. Después de todo, los niños naturalmente poseen un fuerte deseo por aprender.

Los exámenes y deberes, especialmente los colectivos, se consideran como poco adecuados para las particularidades de cada estudiante. Asimismo, los exámenes tradicionales tienen el problema de obligar a memorizar y regurgitar información que quizás los niños nunca usen en su vida. El aprendizaje no por examinación, sino por asimilación y experiencia se considera ideal.

¿Qué hace especial al Método Montessori?

Este sistema parte de una premisa simple: los niños desean aprender. Siendo así, Montessori concibió la educación como un medio para que los niños accedan más fácilmente a estos conocimientos que ya de por sí desean aprender, y de la mano de la guía de un maestro.

Por consiguiente, el propósito de la propia educación cambia; no se trata del instrumentalismo social, sino de la felicidad de cada estudiante. Finalmente, la libertad con la cual se construyen las clases y se adecuan a cada estudiante hace mucho más eficiente el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Pasando a otro tema, es probable que nuestros lectores piensen que el Método Montessori es excepcional e ideal con todo lo descrito, pero también es importante reconocer sus limitantes.

Desventajas y limitaciones del método Montessori

En primer lugar, se trata de un sistema que solo los más privilegiados puedan permitirse, funcionando como las tutorías privadas con un mínimo número de estudiantes por profesor guía.

Debido a lo anterior, resulta un sistema prohibitivo para la clase trabajadora y que muy difícilmente las economías precarias puedan introducir. Por ende, no podría extenderse por las naciones ni ser aprovechado por todas las personas.

Asimismo, no es un método estricto y que mal aplicado, puede resultar en el reforzamiento de conductas conflictivas. Además, si bien los incentivos funcionan con cualquier naturaleza, si los niños no tienen verdaderamente una disposición natural a aprender, esta metodología no funcionará. Finalmente, esté método funciona mejor en etapas iniciales.

Con todo lo dicho, ¿cuál crees que es el mejor método?