Ser estudiante, cualquiera sea el nivel del que estemos hablando, no resulta fácil. Presiones, responsabilidades y la necesidad de obtener buenos resultados para seguir adelante, todos elementos que aportan una gran cantidad de estrés en el alumno. Por eso, ya sea que estemos en papel de docentes o de padres, la motivación en estos casos es muy importante si vemos que el alumno no está dando óptimos resultados.
Formas de motivar a un alumno
¿Cómo puedo motivar a mis alumnos para que mejoren sus notas y den lo mejor de sí en cada semestre? Hemos preparado estos puntos a tener en cuenta para cualquier estudiante que esté necesitando de un empujón para mejorar su desempeño académico.
1. Participación. Puede parecer algo insignificante, pero entre las formas de estudiar y de aprender más efectivas está la de hacer participar a los alumnos en clase. ¿Por qué? Muy sencillo. Toda actividad dinámica siempre resulta mucho más interente y llamativa que una estática. ¿A quién le gusta pasar más de una hora escuchando un monólogo constante? Hacer clases de ida y vuelta entre docente y estudiante puede ser una gran forma de incentivar al alumnado a poner atención en la materia y mejorar su desempeño.
2. Mantener expectativas realistas. Todo docente debe saber que no todos los alumnos tienen la misma capacidad, y no se puede pretender la excelencia en todos ellos. Se debe ser objetivo y saber qué tipo de resultados puede brindar cada uno de ellos, teniendo en cuenta sus posibilidades y comparando su situación anterior.
3. Establecer objetivos. Este punto está muy relacionado con la participación en clase. Haga que sus alumnos se sientan parte activa de la clase, haciendoles plantear sus propios objetivos. ¿Qué buscan ellos lograr en esa asignatura durante el semestre? Pídales que los anoten en una hoja, e incentive a su grupo a que los cumpla teniéndolos muy presentes en el trabajo diario.
4. Demostrar entusiasmo. De nada sirve pretender que los alumnos estén motivados con la materia si nosotros como profesores no emanamos la misma energía. Debemos mostrarles entusiasmo, hacerles entender que lo que les estamos enseñando es algo útil e interesante y que vale la pena tenerlo en cuenta. Demosle el valor que se merece a nuestra asignatura.
5. No amenace a sus alumnos. Finalmente, lo mejor para que una clase funcione correctamente y cada alumno de lo mejor de sí, es evitar el trato autoritario. Siempre debe haber límites, pero lo mejor es evadir las amenazas a los alumnos, o extorsionarlos en relación a sus bajas notas. Trate de generar una comunicación asertiva, así su alumnado no le tendrá miedo y se generará un buen ambiente de aprendizaje.
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