La familia es reconocida por todas las culturas del mundo como la célula fundamental de la sociedad, dentro de la cual, se pueden conseguir diferentes tipos de familia, ya sean las que viven conjuntamente bajo un mismo techo, las que viven separadas o aquellas en donde solo un padre es responsable de sus hijos. Ahora bien, en lugares como Andalucía se pueden encontrar diferentes interpretaciones del concepto de familia, en especial la familia monoparental, aunque en cuanto a este tipo de organización familiar las definiciones encontradas suelen ser muy restrictivas.
Tal es el caso, que, en el campo educativo, la Junta de Andalucía sólo considera como familias monoparentales a las familias formadas por personas viudas que quedaron con hijos, a las madres solteras con hijos no reconocidos por el padre y a las familias que quedan con una sola cabeza de familia pues esta ha sido víctima de violencia de género que la han hecho separarse de su pareja y quedó con sus hijos.
Una definición de familia monoparental que excluye a otros tipos de familia con idéntica composición familiar
Es así, como este concepto restrictivo de la Junta de Andalucía, hace que se excluyan de esta categoría, nuevos modelos de familia, que igualmente comparten la misma composición familiar, tales como: las familias que se generan tras una separación o divorcio, esto solo en los casos que sólo uno de los progenitores conviven y asumen de forma exclusiva la guardia y custodia de los hijos, como también, aquellas familias conformadas por madres solteras, donde aunque los hijos si hayan sido reconocidos por el padre, este último no se hiciere cargo de ellos, ni en materia económica (manutención), ni en atender o cuidar a los menores.
Lo anterior, está generando situaciones de desigualdad, en especial a los efectos de la escolarización y en cuanto al acceso de los servicios complementarios de aula matinal y atención en los comedores escolares, lo que termina dejando a familias totalmente desprotegidas, llevándolas a la exclusión social.
Políticas del gobierno estatal y autonómico
Por otra parte, las políticas de familia que son aplicadas por el gobierno estatal y autonómico se equiparan a estos nuevos modelos de familia que presentan un modelo nuclear o tradicional, excluyéndolas de la definición de monoparentalidad, aunque su realidad socio-familiar sea más fácilmente comparable y similar a la de cualquier otra familia de tipo monoparental.
España, es un país que presenta en su mayor parte hogares monoparentales, entendidos en su concepto amplio, siendo muy frecuente el cuadro familiar monoparental con la mujer a cargo de sus hijos. Por lo que se puede afirmar, que la monoparentalidad es predominantemente femenina. Muchas mujeres, además de asumir un hogar, la crianza sola de los hijos, atender las tareas de casa, deben enfrentarse a luchar por mantener una carrera profesional exitosa.
La ley en apoyo de la familia monoparental
Así que, la existencia de la familia monoparental es una realidad, que como se indicó, afecta mayormente a las mujeres, quienes son las que quedan encargadas de sus hijos. De hecho, la Ley 39/99, de 5 de noviembre, contempla unas medidas para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras, medidas que aunque son necesarias, básicamente son insuficientes y poco eficaces para favorecer la conciliación, porque, realmente ¿para qué sirve la comprensión en los cuidados familiares, si va a suponer la no percepción de ingresos económicos que son necesarios para cubrir las necesidades de los miembros de este tipo de familia?
En consecuencia, una mujer cabeza de familia, que además de criar a sus hijos sola, debe ver por su educación y necesidades emocionales, jamás encontrará un trabajo en donde se respeten sus condiciones de igualdad o no pueden acceder a empleos de mayor remuneración, esto porque el hecho de ocupar más tiempo en el trabajo implica no poder atender bien a sus hijos, debiendo abandonar el campo laboral para el cual está capacitada o reducir su jornada de trabajo para poder ocuparse de los pequeños, trayendo esto como consecuencia, la disminución del ingreso económico de la mujer (cabeza de familia) y con ello, la aparición de la pobreza por la falta de recursos en el núcleo familiar.
Si bien, existe el Plan Integral de Apoyo a la Familia este favorece en mayor medida, a las familias numerosas que, a las monoparentales, además, este Plan no contempla medidas eficaces para la conciliación de las familias en situación de monoparentalidad, ofreciendo solo bonos o beneficios fiscales, que igualmente mantienen a estas familias en situación de desigualdad.
Es necesario una redefinición de familia monoparental
Por ello, es indispensable, que el gobierno autonómico re-defina el concepto de familia monoparental, englobando dentro de esta definición a todas aquellas familias en las que un solo progenitor es quien convive y ostenta la exclusiva guardia y custodia de sus hijos, entendiendo esta forma de familia como un nuevo modelo que también puede beneficiarse de los mismos recursos y ayudas que reciben las demás familias. Sólo de esta forma se pueden evitar situaciones de desigualdad y desprotección, siempre y cuando los gobiernos estatales y autonómicos asuman el firme compromiso político de favorecer en mayor medida la conciliación familiar, en especial, la conciliación laboral de las mujeres que mantienen un hogar monoparental.
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