Existen ciertos elementos que se deben considerar al tener un huerto escolar infantil. Cada uno tiene su razón ya sea por causas técnicas de los terrenos de la institución educativa. También se tiene que tomar en cuenta otros factores como la edad de los alumnos.
Elementos técnicos a tener en cuenta en un huerto escolar infantil
Lo primero es el tipo de terreno, ya que los huertos escolares infantiles, suelen ser espacios sencillos. Esto para evitar daños físicos hacia los infantes, así mismo las plantas suelen ser pequeñas. En algunos casos las plantas están en macetas para un cuidado más sencillo.
Otro elemento a considerar es la edad, por ejemplo a los 5 años es recomendable actividades de cuidados sencillos. Estos pueden ser regar las plantas, abonarlas, cambiarle la tierra, entre otros. Evitar el trabajo físico pesado en ese momento, ya que los jóvenes apenas están desarrollando su fuerza física.
Cómo deben ser los terrenos para un huerto escolar infantil
Los terrenos primeramente deben ser fértiles para la siembra. Esto implica una preparación previa por parte de la institución educativa de la tierra, para que sea lo más rica en vitaminas posible, para el crecimiento de plantas. Pueden usarse abono, tanto natural como artificial, aunque el primero mencionado es mejor.
Lo segundo es que deben de tener todos los recursos para su siembra y cuidado a la mano. Lo primero y principal es que tengan acceso tanto a la luz solar como a una toma de agua. Con esto garantizas que el cuidado de las plantas se puede realizar sin ningún tipo de problemas.
Es recomendable eliminar las malas hierbas de los terrenos escolares. Primeramente, porque los alumnos pueden confundirla con una planta que fue sembrada y pueden alimentarla por error. Lo segundo es que puede afectar las plantas ya sembradas, evitando su crecimiento.
Herramientas que se deben de tener a la mano
Existen diversas herramientas que se pueden tener para sembrar en un terreno. Lo primera son palas, preferiblemente de plástico para evitar que los alumnos se lastimen si son muy pequeños. Lo segundo son las semillas, previamente tratadas en el caso de que hayan pasado por algún aparato de refrigeración.
Guantes para manejar plantas es siempre una buena herramienta. Estas evitarán que los niños se lastimen las manos al interactuar con rocas o con plantas con espinas. Evitarán también que se dañen las manos, usando algunas de las otras herramientas para sembrar y cuidar.
Toma de agua y manguera son los dos elementos que no deben de faltar. Esto para regar tanto las semillas o plantas regadas, como el terreno. Esto último para que no se seque y pierda nutrientes que puedan beneficiar a las plantas que se están sembrando en ese espacio.
Tiempo asignado de la actividad
Es recomendado que la actividad tenga un tiempo asignado para llevarse a cabo. Puede ser un módulo escolar o un periodo especial para los alumnos entre otras cosas. Es recomendable que esté asignado para evitar choques entre dos grupos, que causen conflicto entre estos.
Ese tiempo disponible es recomendable que el profesor planifique sobre la implementación del mismo. Ya sea sembrando, regando las plantas o semillas, colocando elementos protectores, entre otros. Cada actividad se planifica de acuerdo con el nivel prioridad para llevarse a cabo.
¿A los niños les gusta un huerto escolar infantil?
Es una pregunta que pocos se hacen a nivel general y es un grave error. Es recomendable que la actividad sea del gusto de los niños, ya que de ser de su agrado se volverá una actividad a realizar constantemente. En caso de no gustar los huertos, por la razón que sea, debe respetarse y buscar otras alternativas disponibles.
Por lo general esta actividad es del gusto de los jóvenes por ser una actividad al aire libre y en la naturaleza. Para los niños les es natural esos ambientes ya que pueden compartir y expresarse libremente y convivir con compañeros. Por ende esos espacios por lo general son de su agrado, aunque esto puede cambiar.
Este espacio puede no ser del agrado si el profesor y el ambiente así lo propician. Existen casos donde la clase se da de manera monótona, no se inspira ni se guía al estudiante y por eso se apaga la llama. Es lo mismo que suele pasar en un salón de clase ordinario, donde se les apaga la llama de la motivación al estudiante.
¿Cómo dar la clase para que sea interesante para los estudiantes?
Lo primero y principal es no plantearlo como una clase, sino como una actividad grupal que van a hacer. Así se les quita limitantes mentales al estudiante o al joven de que solo debe escuchar y provocará que interactúe mucho más con el grupo.
Buscar que la jornada sea diferente es crucial, para no caer en la monotonía, para ello cambia de actividades a los alumnos. Lo que quitan las hojas muertas del huerto una semana, la otra regarán las plantas. Es decir que haya intercambio de actividades
Plantea juegos, retos, competencias entre los miembros del grupo, para motivar el empeño de cada uno. Puedes colocar diversos grupos para colaborar entre estos. Busca que los juegos sean diferentes, haz sorteo de actividades que le agreguen un toque de incertidumbre a la actividad.
¿Es bueno que los alumnos prueben las frutas del huerto?
Eso es fundamental, en pocas palabras aprenderán que cosechan de lo que siembran. Al darles de comer las frutas, vegetales u otras cosas que estos sembraron y cuidaron les recompensas por el trabajo realizado. Brindas el mensaje de que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Es vital también que se comparen los sabores de cada fruta y se aproveche para enseñar los beneficios de cada uno. Ya sea aumentar las defensas, fuerza física, cuidado de la piel, rebajar, entre otras cosas. Es necesario hoy en día que las personas entienda lo importante de la nutrición en la salud y más aún con la pandemia del COVID.19 creciendo.
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